Numerosas razas felinas (y caninas) se desarrollaron asociadas a un estatus específico y como símbolo de buena suerte y protección, por lo que su comercialización estaba prohibida, permitiendo su entrega solo como gesto diplomático o de buenas relaciones. Este tipo de práctica, en su mayor parte, ha quedado atrás en lo relativo a perros y gatos, pero aún persisten reductos de esta forma de sentir en culturas remotas y países exóticos, como es el caso de la isla Raas en Java Oriental, que pertenece al archipiélago indonesio.
En esa pequeña y paradisíaca isla surgió el gato Raas, conocido en su idioma como Busok Raas. Estos gatos están protegidos por los organismos locales y solo se permite sacar un ejemplar de la isla si está castrado, para evitar la reproducción indiscriminada. Existe una fuerte tendencia de proteger y preservar la raza, hasta el punto de dificultar que los organismos felinos internacionales puedan iniciar el proceso de reconocimiento del Raas como una raza pura.
El origen de este gato se pierde en los tiempos, pero es muy probable que los primeros gatos llegaran a las islas a través de los barcos mercantes. Estudios recientes sobre la población de gatos Raas realizados por expertos felinólogos de Australia junto a la Facultad de Ciencias Animal de la Universidad Agrícola de Bogor, han concluido que estos gatos podrían descender de la raza korat, de origen tailandés, y que ahora conforman una colonia cerrada de ejemplares.
Pese a las duras restricciones, hay algunos criadores de Busok Raas fuera de la isla homónima. Los aficionados a la protección y difusión de la raza han fundado una organización independiente llamada Asociación Indonesia del Busok Raas (IBRA, por sus siglas en inglés), con el objetivo de preservar y promover el conocimiento sobre esta singular raza felina.
Esbeltos, tímidos y tranquilos
Debido a la celosa protección de los habitantes locales, que consideraban que solo la nobleza era digna de convivir con un Raas, estos gatos se han desarrollado viviendo junto a la población isleña, que los respeta enormemente, pero sin la presión selectiva para hacerlos dóciles o particularmente cariñosos. Esto ha influido en el desarrollo conductual de los Busok Raas, convirtiéndolos en gatos reservados e independientes.
Se describen como tranquilos, cautelosos y tímidos, capaces de establecer una relación amable con sus cuidadores directos, pero que se sienten incómodos con la manipulación.
Los expertos en la raza advierten que se estresan con facilidad y necesitan paciencia para adaptarse a los cambios, por lo que no se recomiendan para personas inexpertas o para hogares excesivamente ruidosos. Entre los nativos de Java existen varias leyendas asociadas a este gato, como la creencia de que posee un sexto sentido y que es el Raas quien elige al ser humano que lo cuidará y protegerá hasta la edad adulta, momento en el que regresa a su estado semisalvaje.
El color predominante entre los gatos Raas es el azul, considerado el más representativo de la raza. Sin embargo, tras la creación de la asociación felina y un mayor control sobre la población, se ha registrado el nacimiento de algunos ejemplares con tonalidades canela, bautizados como 'amatista Raas'. Existen otros colores, pero se considera que son producto del cruce de Raas con otros gatos introducidos de origen asiático, lo que resta pureza a la población autóctona.
No existen Raas en Europa, por lo que si se desea ampliar información por esta raza felina, es necesario contactar con la mencionada Asociación Indonesia del Busok Raas. Desde Animaleros, promovemos la adopción responsable y meditada, ayudando a los centros de recogida de animales a aligerar la masificación de sus instalaciones.
Comentarios